Los medios de pago digitales presentan grandes ventajas sobre otros métodos, tales como seguridad, velocidad, eficiencia y conveniencia. Algunos de ellos también juegan un rol clave en la inclusión financiera, dado que facilitan el acceso a servicios financieros a personas y empresas no bancarizadas. Si bien los pagos digitales también ganaron relevancia en las transacciones presenciales, se convirtieron en un factor esencial para el desarrollo del comercio electrónico, tanto doméstico como transfronterizo.
En un trabajo publicado recientemente por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)[1], analizo el panorama de los pagos digitales en la región, su uso en los marketplaces transaccionales de 33 países y las oportunidades y desafíos para su desarrollo desde el punto de vista del comercio electrónico transfronterizo. Se observa que durante los últimos años, y en particular a partir de la pandemia de COVID-19, los pagos digitales experimentaron una fuerte aceleración a nivel global y América Latina y el Caribe (ALC) no fue la excepción.
Las tarjetas de crédito y débito se mantienen como los métodos de pago más utilizados en las compras en línea en ALC. Sin embargo, el dinero móvil, las billeteras virtuales y los pagos instantáneos continúan ganando terreno y surgen nuevos actores y modelos de negocio. Ejemplos de ello son los sistemas de pago instantáneo de bancos centrales (ej. CODI en México y Pix en Brasil), pasarelas de pago e iniciativas interbancarias (ej. Webpay en Chile, Pagadito en Centroamérica, PSE en Colombia, MODO en Argentina, y los unicornios Clip, Kushki y D-Local, originarios de México, Ecuador y Uruguay, respectivamente), grandes jugadores internacionales (Google Pay, Apple Pay, Facebook Pay, WhatsApp Pay) y latinoamericanos como Mercado Libre y Rappi, que incluyen diversos servicios financieros en su oferta ligada al e-commerce.
Lógicamente, en los países más grandes de la región los marketplaces ofrecen a los clientes una mayor variedad de métodos de pago digitales, incluyendo distintos tipos de tarjetas, dinero móvil, pagos instantáneos, transferencias, vouchers, BNPL (buy-now-pay-later), entre otros. De todas formas, existen heterogeneidades relevantes. Por ejemplo, las e-wallets son más aceptadas en el Caribe, en tanto que las criptomonedas tienen más popularidad como medio de pago en los grandes receptores de remesas (Venezuela y Centroamérica). El efectivo ha perdido protagonismo en el comercio electrónico, pero aún ocupa un rol destacado en los países con mayor informalidad.
Existen importantes oportunidades para el desarrollo de los pagos digitales en ALC, pero también enormes desafíos. Se requieren importantes mejoras de infraestructura, desarrollo de habilidades digitales y financieras de individuos y pequeñas y medianas empresas (PYMES) y un marco regulatorio apropiado en materia legal y fiscal que garantice la eficiencia y flexibilidad necesarias para promover la competencia y la innovación y, a la vez, permitir una gestión adecuada de los riesgos financieros. Los retos son incluso mayores en el caso de los pagos internacionales, indispensables para el desarrollo del comercio electrónico transfronterizo. Es necesario garantizar la interoperabilidad técnica y legal de los sistemas de pagos y reducir los obstáculos innecesarios a las transacciones internacionales.
[1] Gayá, Romina (2022). The payment landscape of B2C e-commerce marketplaces in Latin America and the Caribbean. Economic Commission for Latin America and the Caribbean (ECLAC): Santiago.
El trabajo presenta las principales características de los distintos medios de pago digitales, su contribución a la inclusión financiera y las principales tendencias globales y regionales. Se exhiben los resultados más importantes de un análisis exhaustivo de los medios de pago aceptados por más de 550 marketplaces transaccionales de 33 países de la región. Asimismo, se examinan los principales obstáculos al desarrollo de los pagos digitales desde la óptica del e-commerce transfronterizo y se proponen iniciativas para sortearlos.