Los servicios basados en el conocimiento (SBC) son actividades dinámicas, con potencial de crecimiento y capacidad de atraer inversiones, incrementar las exportaciones, generar empleo de calidad y contribuir al desarrollo regional. Esto ha motivado a muchos países a implementar políticas tendientes a desarrollarlos. Por ejemplo, al menos 24 agencias de promoción de inversiones (sobre un total de 82 relevadas) identifican a los SBC como un sector prioritario, en tanto que muchos de ellos destinan esfuerzos a estimular a actividades específicas, especialmente software y servicios de informática (55 casos).
Si bien no hay recetas mágicas para promover a los SBC y una misma medida puede tener resultados diferentes según el contexto en el cual se aplique, los casos más exitosos se distinguen por la existencia de una visión de largo plazo, el desarrollo de un buen ambiente de negocios, el trabajo coordinado entre el gobierno, el sector privado y la academia, la multidimensionalidad (e.g. incentivos a la inversión y las exportaciones, fortalecimiento del sector educativo, desarrollo del sistema nacional de innovación, etc.) y la continuidad en el tiempo, aunque realizando los ajustes necesarios para permitir el escalamiento hacia segmentos de mayor valor agregado.
Los beneficios fiscales han jugado -y siguen jugando- un rol muy relevante para el impulso a los SBC en muchos países. Sin embargo, un denominador común de aquellos países que han logrado incrementos significativos en el volumen y calidad de los servicios exportados es que esos incentivos son solo un componente de una estrategia más amplia que contempla:
1. Desarrollo de capital humano: Los SBC son actividades intensivas en recursos humanos, por lo cual la disponibilidad de una fuerza laboral calificada es fundamental para la competitividad, particularmente en los segmentos de mayor sofisticación donde el talento tiene mucha más relevancia que el costo salarial en la competitividad y las decisiones de inversión. Las mejores prácticas en este ámbito se orientan a aumentar la cantidad y mejorar la calidad del capital humano mediante la adecuación de los programas de formación (e.g. creación de nuevas carreras, modernización de contenidos en programas existentes), desarrollo de habilidades clave en distintos niveles educativos (e.g. idiomas, competencias digitales, habilidades gerenciales y multiculturales), fomento a la inversión en capacitación, etc. En todos los casos, las medidas surgen de un trabajo conjunto de la academia y el sector privado.
2. Financiamiento: Las dificultades de acceso al crédito son uno de los principales obstáculos para el desarrollo e internacionalización de servicios. Algunos países han resuelto estos inconvenientes a través de mecanismos diseñados específicamente para empresas de SBC, incluyendo acceso a garantías, capital de riesgo, crédito para investigación y desarrollo (I+D), innovación y capacitación, líneas destinadas a internacionalización, sensibilización de entidades financieras para un mejor conocimiento de las particularidades de estos sectores, etc.
3. Acuerdos internacionales: Muchos países han suscrito tratados de libre comercio (TLC) que incluyen compromisos en materia de servicios y otros temas relacionados como comercio electrónico, propiedad intelectual y contratación pública. Si bien estos acuerdos brindan un marco regulatorio más claro para el desarrollo del comercio de SBC y suelen impedir que surjan ciertas barreras, no cubren algunos de los obstáculos más relevantes. Por ese motivo, muchos países complementan los TLC mediante convenios para evitar la doble tributación y acuerdos de reconocimiento mutuo de formaciones profesionales, entre otros.
4. Apoyo a la internacionalización: Con el objetivo de mejorar la inserción internacional de las empresas de SBC (especialmente las MIPYMES), muchos países facilitan el acceso a la información, proveen asesoramiento sobre inteligencia de mercados, brindan soporte en materia de promoción comercial y desarrollo de redes de contacto, buscan atraer inversiones en estos sectores y estimulan la exportación indirecta (a través de la incorporación de SBC a otros bienes y servicios de exportación).
5. Fomento a la innovación y el emprendedurismo: Estos aspectos son fundamentales para desarrollar una oferta diferenciada de SBC que permita escalar en la cadena de valor de estas actividades. Las experiencias exitosas incluyen medidas tendientes a promover la I+D, el desarrollo de activos intangibles y certificaciones, el fomento al emprendimiento y la innovación colaborativa.
6. Atracción de inversiones: Gran parte del comercio internacional de SBC es intrafirma (entre filiales de una misma empresa), lo que motiva a muchos países a promover la atracción de inversiones de multinacionales en estos sectores. Además de los incentivos fiscales y los puntos mencionados previamente, las mejores prácticas incluyen el acompañamiento al inversor en todo el proceso, la libre movilidad de capitales, facilidades para contratar personal, la provisión de infraestructura de conectividad, el desarrollo de redes de proveedores (usualmente a través de clusters), entre otros aspectos relevantes.
Este artículo sintetiza los hallazgos de diversos trabajos que elaboré individualmente y con otros colegas durante los últimos tiempos. Si bien algunos de ellos no han sido publicados, pueden encontrar más información en: Rozemberg, Ricardo & Gayá, Romina (2019). Los servicios basados en el conocimiento en los países miembros de la ALADI. ALADI: Montevideo.